Sansanos participaron en estudio del gobierno que creó manual sobre trabajo colaborativo empresarial

14 · abril · 2016

Baños Integrales Sustentables, iniciativa creada por exalumnos de la USM, fue uno de los seis proyectos de índole social considerados en el informe, titulado “Estudio de Modelo Organizacional Colaborativo para la Innovación Empresarial”, el cual fue desarrollado por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.

bis2Uno de los proyectos más populares creado por exalumnos de la Universidad Técnica Federico Santa María, Baños Integrales Sustentables (BIS), fue parte de un estudio elaborado por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, que tuvo como objetivo el diseñar un modelo organizacional que fomente la innovación social y las prácticas de trabajo colaborativo en las empresas.

Titulado “Estudio de Modelo Organizacional Colaborativo para la Innovación Empresarial”, este instrumento investigó a seis iniciativas chilenas con más de tres años de funcionamiento, cuyo modelo de negocios busca resolver una problemática social y/o ambiental, y que fueron incubadas por Socialab o certificadas por Sistema B.

De esta forma, BIS aportó con antecedentes sobre su estructuración y funcionamiento, los que se recopilaron y finalmente dieron forma al informe que incluye recomendaciones y sugiere procesos que pueden ser implementados por todas las empresas, donde los trabajadores, unidos por un propósito común, puedan crear soluciones que generen valor tanto para la compañía como para la sociedad.

El proyecto BIS hoy cuenta con cerca de 80 instalaciones ubicadas principalmente en las regiones Quinta y Sexta, a través del apoyo de FOSIS e INJUV. Éste y la empresa que lo desarrolla, Ingeniería en Innovaciones Sanitarias SpA – InnSania SpA, son iniciativas creadas por dos exalumnos de la USM: el ingeniero en diseño de productos y hoy profesor del Plantel, Diego Pizarro, y el ingeniero civil mecánico, Pablo Schele, sansanos que mientras todavía eran estudiantes, decidieron emprender debido a su motivación personal por crear una solución sostenible al problema de la falta de baños en zonas rurales del país.

“La Universidad genera instancias para desarrollar inquietudes más allá de lo académico”, expresa el cofundador de BIS, Pablo Schele. “Tiene fondos concursables y la disposición para que los alumnos puedan dedicarse a proyectos más allá de lo curricular”.

Factor humano

Para Schele, se ha masificado en el mercado el concepto de la empresa que busca ser un aporte a la sociedad, pero que se diferencia de las ONGs, cooperativas o fundaciones al generar sus propias ganancias, además de beneficios sociales. “Al difundirse, este concepto es positivo para todos, así se genera una mayor inquietud por crear más empresas sociales, por trabajar en ellas y por respetarlas. Ya son un concepto conocido, reconocido y a su vez la gente lo valora. Al menos así ha sido para nosotros”, manifiesta el sansano.

Asimismo, Schele también indica que las compañías de este tipo, que cumplen con objetivos de fuerte sentido social y tienen un alto componente de innovación, presentan tanto ventajas como desventajas en comparación con iniciativas más tradicionales. “Una desventaja de una empresa innovadora es que existe un alto grado de incertidumbre, porque al ser distinto el modelo de negocios, el producto o el servicio que se ofrece, no existen referentes para poder hacer proyecciones que estimen un grado de éxito”, menciona.

El fin social de este tipo de emprendimientos, además, trae otro grado de dificultad, ya que al trabajar con público con menor capacidad de pago, no es fácil alcanzar el precio del producto o servicio; y la forma de medir su éxito es más compleja, ya que se valoran cualidades humanas además de indicadores económicos y de contabilidad interna.

“Pero tal como el estudio reconoce, existen otro tipo de ventajas, como el equipo humano”, expresa el ingeniero. “La sinergia que se genera por un equipo constituido por el pbis1ropósito de la empresa, más allá del fin económico, trae un mejor ambiente laboral, con trabajadores más motivados, con mayor autonomía y energía. Es una ventaja desde el punto de vista individual, donde el fin de la empresa se alinea con los valores de cada persona que colabora en ella, y se transforma en algo colectivo”.

Para el exalumno de la USM, el desafío de los nuevos profesionales es generar soluciones integrales que se hagan cargo de la totalidad del impacto que generen sus emprendimientos, positivo y negativo, aspecto que si bien requiere un cambio de paradigma, es algo que se viene trabajando hace años y que ya ha alcanzado el desarrollo necesario, como bien expone el estudio en cuestión.

“Las personas somos integrales, no sólo somos ambientalistas o dedicadas a la producción, sino que podemos integrar de forma holística todo el concepto, y ser responsables de nuestro impacto”, finalizó.

Hay un comentario en esta noticia

sergio pizarro rojas Publicado el 20 d abril d 2016 a las 23:29

el proyecto elaborado por los jóvenes ingenieros es y será un cambio significativo en la relación social y beneficio en la calidad de vida de las personas sobre todo en las zonas rurales, felicitaciones.

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